lunes, 22 de noviembre de 2010

Soneto de dicha


Hasta la ciudad champiñón vine
Xiquinha, muerto de deseo por ti
mas al abrir la puerta comprendí
que es error que la pasión nos domine

Mejor que el brillo en mis ojos termine
querida morena, pues ante mí
tengo a la hermana que hace años perdí
y hoy raptaré, aunque mi vida culmine

No es necesario que lo propongas
pues mis rezos, pese al aguacero
han logrado que vengas y compongas

Mi vida, que, igual a abandonado velero,
fue perdido en aguas longas;
solo salvado por ti, gran lucero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario